No hay duda
que las llamadas ‘Solas de la Reforma’ o las ‘Cinco Solas’, están cada vez más
siendo reconocidas en el contexto actual por más y más cristianos. Siendo un tesoro
histórico, muchos cristianos las han desconocido para luego haberlas encontrado
y adoptado para su beneficio personal y por qué no, eclesial. Sin embargo, la
velocidad con que las ‘Solas’ se han introducido en estos contextos, ha hecho
que ellas empiecen a tomar un rumbo algo apartado del contexto fiel en el que
surgieron y del sentido histórico en el que se entendieron. Dicho rumbo despoja
a las ‘Solas’ de su significado concreto, significado inherente al tipo de
respuesta que pretendieron dar y por el cual surgieron.
Sabiendo la injusticia de resumir así la
historia, solo deseo que podamos recordar que la iglesia católico romana -con
el tiempo- fue ganando terreno e institucionalizándose. Por largos siglos fue
desarrollando sus dogmas, sus doctrinas, su organización, su poder, hasta que
no solamente logró, en los territorios bastos que conquistaba, imponerse en
asuntos religiosos sino también políticos.
Las ‘cinco solas’ es una expresión principalmente
soteriológica, es decir, tienen que ver específicamente (aunque no únicamente),
con el tema de la salvación y que salió a la luz como una respuesta de la
Iglesia de Cristo al deterioro religioso que reinaba en la época medieval. De acuerdo al contexto donde surgen podemos
entender que buscaban responder al catolicismo, sus dogmas y prácticas en
cuanto al tema de la salvación del hombre, de su aceptación ante Dios, de su
justificación. Cada ‘sola’ expresa el fundamento evangélico que responde de manera
clara y eficaz a las doctrinas erradas del catolicismo y su hipocresía pues al
mismo tiempo que decían creer en la Biblia, en Cristo, etc, podían establecer
una cosmovisión errónea de la vida y la religión.
Estas ‘Solas’ hacen una división real,
enorme e irreconciliable entre la teología católica y la evangélica. Entre el
cristianismo bíblico y cualquier otro pensamiento religioso que pretende
destituir del camino de la salvación, el reinado de las Escrituras para
señalarnos infaliblemente el camino para la Justificación, el reinado de Cristo
como el único Salvador, el reinado de la Gracia como razón fundamental de la
salvación, el reinado de la fe como único medio para recibir la gracia
salvadora y todo esto para el propósito que debe gobernarlo todo, la Gloria de
Dios, la salvación redunda en última instancia para la Gloria de Dios y solo
para ella.
Solo Cristo
Sin embargo, pese a que ‘Solo Cristo’ nos
señala la exclusividad de Cristo en la salivación como Salvador, como Mediador,
como Sacerdote, cuyo mérito es el único que Dios mira para justificar un hombre
y para seguirle dando gracia; el ‘Solo Cristo’ ha venido a ser usado como una
frase excluyente de asuntos que nunca pretendieron excluir y nunca deben
excluir. De hecho el ‘Solo Cristo’ excluye asuntos particulares, pero incluye
otros de manera implícita y consecuente. ‘Solo Cristo’ no es una frase
excluyente en todo sentido sino en un sentido particular.
‘Solo Cristo’ excluye cualquier otro
mediador, sacrificio, ofrenda, salvador, rito, con el que el hombre pretende ser visto como justo ante
Dios. Solamente la Persona y Obra expiatoria de Cristo es la que Dios acepta
para justificar a un hombre. En ese sentido es exclusivo, único, no admite
cooperación, ayuda o que se le ponga algo a la par. ‘Solo Cristo’ es verdad en
este aspecto y la mente verdaderamente evangélica no descansará hasta que se
hayan quitado del lado de ‘Solo Cristo’, todos los intentos del hombre para añadir
a la cruz de Cristo algo. Si las ‘Solas’ nos enseñan el camino de la
exclusividad y la suficiencia de todos sus elementos involucrados, ‘Solo Cristo’
nos muestra la suficiencia de Cristo como Redentor.
Sin embargo, esta frase se ha venido
desviando en una forma peligrosa. Para muchos neófitos en estos asuntos, ‘Solo
Cristo’ excluye además otras cosas. Tratar de hablar de la suficiencia de las
Escrituras va a ser contradicho por alguno que diga: ‘Hay cosas más importantes, Solo Cristo’. Si se predica de algunos
de los aspectos de organización eclesiástica, de vida cristiana, de separación
del mundo, muchos hoy, y a causa de su confusión, nos responderían: ‘Solo Cristo’. Para ellos, obviamente ‘Solo
Cristo’ excluye cualquier asunto que no tenga que ver directamente con su
relación íntima y personal con Cristo. Pero ¿No es Cristo la cabeza dela Iglesia?
¿Es perder el tiempo organizar la Iglesia conforme a Cristo? ¿Acaso el que dice
que permanece en Cristo no debe andar cono Cristo? ¿Acaso, a causa de lo que es
Cristo, la Palabra de Dios, no debemos celar la doctrina?
Muchos afirman: ‘No me hable de doctrinas hábleme solo de Cristo’. ‘No me hable de la iglesia, hábleme de Cristo’.
‘No me hable de la ley moral, hábleme de
Cristo’. Y bajo estas frases se diluye lo que Cristo mismo incluye dentro
de su Persona y su obra salvífica, Persona y Obra que no reposa dejando gente
fuera del infierno y va mucho más allá de su significado al santificar un pueblo
y aparejar su peregrinar mediante la sana doctrina que Él mismo refrendó.
Es alarmante ver a muchos predicadores
hoy, bajo el emblema de ‘Juntos por….’,
apelar al mínimo común denominador que nos puede identificar como Cristianos,
ya sabe, ‘Solo Cristo’, pero sin ningún
tipo de implicación necesaria de lo que reconocer a Cristo y seguirle incluye.
Así, despojando a ‘Solo Cristo’ de lo que incluye y haciendo una exclusión
arbitraria, nos podemos quedar a
expensas de lo que cada persona le haga decir, no solo a ‘Solo Cristo’ sino a
las demás ‘Solas’. Y de nuevo, al subjetivismo y acomodamiento que seguirá
diluyendo el depósito que nos fue encomendado.
Debe ser a causa de esta disolución, que
para muchos ser reformado es adoptar las ‘Cinco Solas’. Para muchos lo que identifica
a un reformado es que adhiera en soteriología al entendimiento de ellas. Lo que
conlleva a dos peligros:
El primero es que al no entender e implicar las ‘Solas’
(que es lo que pasa a menudo), surja una reforma desprovista de sus elementos
estructurales sólidos y nos quedemos con una soteriología algo reformada pero
con una santificación a medias. De hecho, tener soterilogía reformada y al mismo tiempo tomar del mundo para definir separación, mundanalidad, santificación, adoración, es una contradicción que viene por su mal entendimiento.
El
segundo peligro está en desconocer que para los reformados, y lo digo
modestamente a la luz de sus resúmenes en las Confesiones de Fe, ser reformado
no era un asunto de cinco cosas o de una sola, al menos Wensminster en sus 33 capítulos
y la de Londres de 1689 en sus 32, nos dicen que ser reformado va más allá de
las ‘Cinco Solas’ y que ‘Solo Cristo’ hace tremendas y radicales exclusiones,
en donde se debe, pero que hace serias y consecuentes implicaciones en todo el
cuerpo de doctrina que nos identifica.
P. Jorge Castañeda
P. Jorge Castañeda
Para más
información de lo que es el Neo calvinismo, sus enseñanzas, sus representantes
y las implicaciones de sus filosofías, puede consultar los siguientes enlaces:
LA UNIÓN DEL
CALVINISMO CON LA MUNDANALIDAD:
NEO
CALVINISMO:
CARACTERÍSTICAS
DEL NEO CALVINISMO:
LOS NEO
CALVINISTAS (1):
LOS NEO
CALVINISTAS (2) Y LA COALICIÓN EVANGÉLICA:
COMPRENDIENDO
LO DETESTABLE DE LA HOMOSEXUALIDAD DESDE LA CONFESIÓN DE SAM ALLBERRY:
¿LA COALICIÓN
EVANGÉLICA CREE EN LO DETESTABLE DE LA HOMOSEXUALIDAD?
EL MONSTRUO
QUE HEMOS CREADO: CONCILIOS, DENOMINACIONES Y CELEBRIDADES:
UN PÚLPITO NO
ES UNA PLATAFORMA:
¿ES NECESARIA
UNA NUEVA REFORMA?
CUANDO LA
RELEVANCIA EMPEZÓ A MINAR LA FIDELIDAD:
AVAL:
APOYO
REFORMADO A GRAHAM:
Muchas gracias, pastor.
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