Nos fue útil
en un comienzo ordenar por distintas categorías las posturas más
representativas de la profecía escatológica. Cuando mirábamos cada postura con
relación al milenio, encontrábamos que dos de ellas se identificaban por creer
que la segunda venida de Cristo se presentaría después del milenio
(Posmilenaristas). Pero dos de ellas situaban la segunda venida de Cristo antes del milenio. Bajo esta
interpretación se encuentra: El Dispensacionalismo y el premilenarismo
histórico.
Sin embargo,
aun cuando coincidan en la relación de la Segunda venida de Cristo con el
milenio, no obstante son posturas bien distintas en los demás aspectos. De
ninguna manera se está hablando de posturas algo iguales porque en sus puntos
esenciales difieren. Mientras que todo dispensacional es premilenarista, no
todo premilenarista es dispensacional. Y es aquí donde se diferencia la postura
denominada Premilenarismo Histórico.
Algunos
piensan que este nombre reclama ser la postura histórica de la Iglesia, es
decir, la que sostuvo la Iglesia desde sus comienzos. Y aunque no podemos negar
que dicha interpretación la sostuvieron algunos en la antigüedad, ni siquiera
fue de manera general y no se puede asegurar que en los primeros siglos era
consensuada la adhesión a tal pensamiento. Berkhof comenta: “La verdad del asunto es que los adherentes
a esta doctrina fueron un número limitado. No hay vestigio de ésta en Clemente
de Roma, Ignacio, Policarpo, Taciano, Atenágoras, Teófilo, Clemente de
Alejandría, Orígenes, Dionisio, y otros importantes Padres de la Iglesia”.
(Historia de las Doctrinas Cristianas). Así que, según parece, este nombre no
es del todo preciso.
Es oportuno
decir que el premilenarismo histórico no hace esa diferencia radical entre
Israel y la Iglesia que hace únicamente el dispensacionalismo. Según entienden,
la Iglesia es el verdadero y nuevo Israel, donde las promesas del Señor se
cumplen. No ven dos pueblos de Dios, sino uno solo, la Iglesia conformada por
judíos y gentiles creyentes.
Para ellos, hay
varios sucesos que deben acontecer antes de la Segunda venida de Cristo, dichos
eventos son: La evangelización de las naciones, la gran apostasía, la gran
tribulación y la aparición de la persona del Anticristo. Como se puede
advertir, este premilenarismo es postribulacional, ya que ubica la segunda
venida de Cristo después de le Gran Tribulación. Al final de estos sucesos, el
Señor vendrá por segunda vez como un evento único y no separado en dos o más
etapas.
Es a causa de
la segunda venida de Cristo que los creyentes que estén muertos para el
momento, resucitarán en cuerpos glorificados y los que todavía viven serán transformados
y glorificados en un solo acto, sin tiempos de espera. Así, tanto los unos como
los otros, serán arrebatados para encontrar al Señor en el aire, acompañando a
Cristo en su descenso a la tierra para vencer al Anticristo y la maldad. En ese
momento (¿O antes?), la mayoría de judíos que estén vivos para ese instante,
mirarán a Cristo y serán salvos.
Inmediatamente
empieza el reino milenial de Cristo, entiéndase un reino de mil años literales,
donde el Señor reinará visiblemente sobre la tierra en compañía de los salvos,
tanto judíos como gentiles. Este gobierno con vara de hierro, se dará sobre las
naciones incrédulas que todavía existan sobre la tierra, donde el pecado (refrenado)
y la muerte aún existen, pero donde se vivirá una época de justicia y paz cual
nunca ha habido. Antes de terminar este tiempo, Satanás, que ha sido atado para
el milenio, será desatado para que engañe a las naciones y para reunirlos para
la batalla de Gog y Magog. Pero será derrotado y enviado a su lugar final.
Cuando el
milenio se haya terminado, los incrédulos que hayan muerto resucitarán (Recordemos
que la resurrección nombrada anteriormente solo fue de justos), para ser
llevados delante del gran trono blanco o Juicio Final junto con todos los
demás. Allí se escuchará la sentencia final y empezará el estado eterno, cada
cual en el destino para gloria o condenación eterna.
Conclusión
Seguramente
mucha de la interpretación del Premilenarismo Histórico corresponde a lo que
concebimos como una interpretación adecuada. Sin embargo su punto fundamental
se encuentra en su interpretación literal del milenio del cual cabe recordar
que tiene como único lugar de apoyo Apocalipsis 20:1-6 y solo podremos llegar a
concluir así de interpretar ‘milenio’ como un periodo de mil años literales,
aun cuando el pasaje en el que se encuentra esta palabra es claramente simbólico.
También, como es parte de las objeciones que se tienen en contra del
milenarismo, no se puede ubicar ese tiempo de mil años adecuadamente en ninguna
de las dos sencillas eras que nos marca la Biblia: La era presente y la por
venir.
Además, ese periodo
de tiempo donde Cristo establezca su reino futuro junto con personas en estado
de gloria y coexistan el pecado y la maldad juntamente, no es algo que se vea
en las Escrituras y va en contra de lo que es en sí el estado de gloria donde
bíblicamente se puede comprobar que es un estado de existencia donde no habrá
cohabitación de la gloria y la maldad y donde es un estado cualitativamente
distinto al presente.
P. Jorge
Castañeda
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