En el tema de
las posturas proféticas escatológicas que nombrábamos y clasificábamos en la
entrada anterior, afirmábamos que al menos cuatro de ellas son las más
representativas. Y deseamos dirigir nuestra atención a la postura más nueva en
la historia de la Iglesia que a su vez representa lo que la mayoría de las
iglesias cristianan sostienen en la actualidad.
Será oportuno
advertir que la historia del dispensacionalismo y sus posturas tienen más
detalles que el lector interesado en el tema puede indagar, aquí presentaremos
a nivel muy general y en resumen, lo que se conoce como dispensacionalismo.
No es fácil rastrear el origen del Dispensacionalismo, para algunos se remonta a una supuesta revelación que una joven de escocia de 15 años,
Margaret MacDonald, tuvo en un mes de Abril de 1830, donde se le mostró que la
segunda venida de Cristo sería en dos etapas. Para otros Edward Irving o John Darby y posteriormente
Scofield entre otros, con su difusión de la Biblia comentada que lleva su
apellido, le darían su estructura y promoverían su expansión con otros
elementos más elaborados que fueron evolucionando con el correr del tiempo.
Aunque es oportuno decir que no hay una sola forma de dispensacionalismo, lo que les identifica en forma general es: La venida de Cristo dividida en dos (¿tres o cuatro?) etapas, un reino Mesiánico de mil años literales y la distinción radical entre Israel y la Iglesia.
Aunque es oportuno decir que no hay una sola forma de dispensacionalismo, lo que les identifica en forma general es: La venida de Cristo dividida en dos (¿tres o cuatro?) etapas, un reino Mesiánico de mil años literales y la distinción radical entre Israel y la Iglesia.
Así el
dispensacionalismo enfatiza que Dios ha tratado con el hombre de diversas
maneras y en diversas dispensaciones, entendiendo dispensación como un periodo
de tiempo durante el cual el hombre es probado con respecto a la obediencia en
alguna revelación especifica de la voluntad de Dios.
Según el punto
de vista dispensacional de las últimas cosas, Dios tiene dos planes paralelos,
uno con la nación judía y el otro con los gentiles y la iglesia. Los designios de
Dios para Israel han quedado en un paréntesis o un standby desde que ese pueblo rechazó al Mesías y le llevó a la
muerte, lo que ha dado lugar a la dispensación de la iglesia. Es decir, mientras
que ese Israel disperso sigue su historia, Dios se enfoca en la Iglesia, por lo
que se llama al periodo actual, la era o dispensación de la Iglesia. Así, los
planes de la segunda venida de Cristo van dirigidos a la iglesia primeramente y
luego el Señor se encargará de la nación judía.
El
Dispensacionalismo afirma que al final de los tiempos, la venida del Señor
tiene dos fases. En la primera el Señor aparecerá en las nubes y raptará
secretamente a la Iglesia sacándola del mundo antes de la Gran Tribulación.
Mientras que la iglesia arrebatada participa de las Bodas del cordero por siete
años en el cielo, en la tierra se dará el reino del Anticristo durante el cual
algunos serán martirizados por su fe. Al cabo de esos siete años se presentará
la batalla del Armagedón y Cristo aparecerá (¿Por tercera vez?) con su iglesia
para derrotar al Anticristo y sus huestes y para separar las ovejas de los
cabritos.
Inmediatamente
da paso (al terminase el paréntesis) al cumplimiento final de todas las profecías
relativas a Israel, pues empieza un reino milenario, donde el remanente creyente
de Israel que estuviera vivo para esta segunda (¿tercera?) venida de Cristo y
la iglesia con cuerpos no glorificados, inaugurarán el reino milenario de
Cristo. En este milenio literal los judíos que crean en Cristo serán salvos
(pese a que el Espíritu Santo ha sido quitado de la tierra en el
arrebatamiento), y por mil años los judíos reinarán sobre todos los pueblos de la
tierra.
Un poco antes
de terminarse los mil años, Satanás que había sido atado en los siete años,
será desatado y reunirá a los pueblos incrédulos para la rebelión final. Allí serán
destruidos por la tercera (¿cuarta?) aparición de Cristo y posteriormente vendrá
el Gran Juicio Final y de allí en adelante la eternidad.
Conclusión
El Dispensacionalismo es un sistema que deja
bastantes dudas. Pero quizá algunas de las más difíciles de aceptar es que,
para mantenerse, tienen que revisar su lenguaje para no hacer parecer que no
solo la segunda venida de Cristo se presentará en dos fases sino hasta tres y
cuatro según el lenguaje que se use. Es inevitable llegar a esta conclusión que
se aleja de la sencillez bíblica con respecto a la segunda venida de Cristo.
Además, mucho
de su estructura se mantiene en pie bajo la premisa que los propósitos de Dios
hacia Israel y la Iglesia son distintos y radicalmente separados, tanto que el
uno no se mete con el otro. Así que, si se lograra rebatir este punto, el
dispensacionalismo se derrumbaría. Lo difícil de entender es que la Biblia no
guarda silencio al respecto y muchos de los dispensacionalistas solo asumen
como cierto lo que han aprendido y no se han dado a la tarea de dirigirse bíblicamente
sobre el particular.
De esta
manera, el dispensacionalismo que es premilenial (Creen que la segunda venida
de Cristo será antes del milenio) y pretribulacional (Creen que la segunda
venida de Cristo es antes de la Gran Tribulación) no pasa el escrutinio fiel de
la Palabra de Dios y debe ser altamente revisada por aquel que desee entender
la revelación Bíblica escatológica.
P. Jorge Castañeda
No todos los dispensacionalistas creen en el rapto secreto. Solo un sector predominantemente en Estados Unidos. Rapto Secreto es una variante del arrebatamiento. Muchos dispensacionalistas, como yo por ejemplo, creemos en el arrebato pero de ningún modo secreto. Saludos cordiales.
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