sábado, 30 de diciembre de 2017

HACER IGLESIA FUERA DE LA IGLESIA NO ES IGLESIA

Por Eric Davis

Tal vez usted ha oído esto. “No podemos llegar a la iglesia hoy, así que haremos iglesia en familia”. “Puedo hacer iglesia en una caminata esta mañana yo solo en la creación de Dios”. “La iglesia realmente son las personas, entonces podemos hacer iglesia donde sea. Dios está en todo logar después de todo”.

¿Realmente necesitamos ir a un edificio en un día determinado para que cuente como iglesia? Si es así, ¿esto no es legalismo?

Cada vez más, esto se está convirtiendo en la forma más popular de “hacer iglesia”. Pero ¿Cómo discernimos qué representa y qué no lo hace ir a la iglesia? La Palabra de Dios tiene plena sabiduría sobre este problema.

En resumen, “mi caminata solitaria” o “la Biblia abierta en la sala con los niños”, no es iglesia. Aquí hay unas pocas razones de por qué hacer Iglesia fuera de la Iglesia no es iglesia.

1. Nosotros no nos acercamos a otras áreas de la vida de esa manera.
Aseverar que podemos alejar a la iglesia de la iglesia es una forma incomparable de abordar los eventos de la vida. ¿Nos acercamos a otras áreas de la vida así? Esposos, la próxima vez que programen un día en familia, justo antes que llegue, díganles a sus esposas: "Cariño, en realidad voy a hacer nuestro tiempo en familia, en un viaje de campamento solitario. Pero pensaré en ti y en los niños mientras estoy sentado allí con el perro y mi cuchillo mientras como enlatados. Todavía cuenta como tiempo familiar, ¿verdad? No tenemos que ser todos legalistas, cariño".

Me pregunto si usaríamos la frase de "iglesia lejos de la iglesia" para otras cosas en la vida, como perder el juego, el ballet de nuestra hija, nuestro hobby o esa película que realmente queremos ver. "Voy a abandonar el ballet de mi hija, pero “haré el ballet” al recordar las movidas que la vi practicar en la sala la semana pasada". "Voy a extrañar cazar con el equipo hoy, pero voy a cazar viendo cazar en YouTube en mi casa”. “No llegaré al estreno de esa película, pero “haré la película” viendo el preestreno en mi teléfono ". Un video de YouTube no es igual a estar cazando con el equipo. Meditar en su gran salto de ballet no es asistir al ballet de mi hija. Ver la vista previa de una película en mi pantalla de seis pulgadas no es estar en el estreno de ella. Y hacer iglesia en casa, en el automóvil o en una caminata no es hacer iglesia.

2. Ya que no somos Dios, no podemos redefinir las cosas que son Suyas.
Si somos la cabeza de una organización, entonces podemos definir las cosas en esa organización. Si usted es el fundador de una empresa, puede definir los objetivos de su empresa. Puede definir estándares para sus empleados, porque usted está sobre eso.

Cristo es la cabeza de la Iglesia (Efesios 1:22-23). Él compró la Iglesia con su vida (Hechos 20:28). Dio a luz la existencia de la Iglesia. Es su Iglesia (Mateo 16:18). Entonces, Él dice cómo son las cosas. Cuando Él establece cosas para su Iglesia, así es como tienen que ser. Cristo ha especificado que apariencia debe tener cada cosa en su iglesia. Y no hay textos bíblicos que digan: "Bueno, si quieres alterar esta cosa que Yo he especificado, adelante". Así es cuando se trata de hacer las cosas a la manera de Dios. Él es tan grande y digno que es razonable que enfoquemos sumisamente y con cuidado lo que Dios dice acerca de la iglesia. Veremos algo de lo que eso significa a continuación.

"Esta es mi iglesia hoy.
Puedes encontrar a Dios donde quiera
que le busques esta mañana.
Él prometió  ser hallado.  
3. La adoración a Dios no es un esfuerzo auto-determinado.
Gran parte de la Biblia comienza con Dios exponiendo lo que significa, y no significa adorarlo. Una conclusión de Éxodo y Levítico es: "Este glorioso Dios no nos deja los detalles de la adoración a nosotros". Esto se debe a que uno de los grandes problemas con la humanidad es que la depravación nos hace incapaces e indispuestos a adorarlo correctamente. Hemos fabricado 10.000 maneras de adoración. Y cada una de ellas es profana e idólatra.

Ni una sola vez en la historia de la humanidad una persona o personas han ideado la forma correcta de adorar al verdadero Dios. Es por eso que necesitamos la Biblia. Cuando sea que el hombre tome el enfoque de auto-determinación para adorar a Dios, resulta haciendo un ídolo. En su gracia, Dios, prescribe la adoración al hombre pecador por una buena razón. ‘No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis; ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, a la cual yo os conduzco, ni andaréis en sus estatutos’ (Levítico 18:3) Y no andéis en las prácticas de las naciones que yo echaré de delante de vosotros; porque ellos hicieron todas estas cosas, y los tuve en abominación’ (Levítico 20:23). Considera los tiempos del Antiguo Testamento con todos esos sacrificios de sangre, ¿Acaso alguien podría ofrecer un sacrificio en casa? ¿No sería eso lo suficientemente bueno siempre que tuvieran buenas intenciones y pensaran en Dios? Aquellos que ofrecieron un sacrificio fuera del tabernáculo serían asesinados (Levítico 17:8-9).

El punto es que la adoración apropiada de Dios no es un esfuerzo auto-determinado. Dios no nos ha dejado a nosotros decidir qué define obedientemente la reunión como la iglesia para la adoración colectiva.

4. Iglesia significa algo específico en el Nuevo Testamento.
Ni una sola vez en el Nuevo Testamento se refiere Dios a un individuo o a los padres y sus hijos como la iglesia. Los individuos son llamados por su nombre. Las familias se llaman hogares. Pero ellos no son llamados "iglesia" ni se dice que están haciendo iglesia. Un grupo arbitrario de cristianos no se llama iglesia, como en el cuerpo reunido para la adoración colectiva.

A veces en la Escritura, "iglesia" se refiere al cuerpo universal de creyentes (por ejemplo, Hch.8:3, 9:31; Ef.1:22, 5:2), y otras veces se refiere a cuerpos locales de creyentes (por ejemplo, Hch.14:23, 20:17; Ap.1:11, 22:16). Cuando Pablo y su equipo entran en Filipos, encuentran a algunas personas orando junto al río (Hch.16:13). Luego, se encuentran con el carcelero y su casa en un hogar (Hch.16:34). Ninguno de los dos lugares fue considerado una iglesia. Necesitaban ser bautizados y reunidos con otras personas regeneradas bajo el liderazgo bíblico. Creta tuvo una situación similar. Si bien había muchos cristianos esparcidos por la isla, necesitaban ser guiados y reunidos bajo un liderazgo bíblico calificado (Tito 1: 5-9). Hasta entonces, Pablo no lo consideró eclesiológicamente completo (Tito 1: 5).

Durante los primeros días del libro de Hechos, la iglesia estaba en su infancia, en sus etapas fundamentales. Dios la maduró hacia el final del primer siglo. Para cuando llegamos a 1 y 2 Timoteo y Tito, el apóstol prescribe y entrega muchos de los ingredientes necesarios de una iglesia local. Los creyentes contemporáneos tienen la responsabilidad de observar estas prescripciones a fin de mantener la idea de Dios sobre la iglesia.

El punto de Pablo en 1 Corintios 14 es que la reunión de la iglesia debe verse de cierta manera. El camino de la autoexpresión egocéntrica de los dones no contó para Pablo (1 Corintios 14:12, 23). A medida que ciertas personas usan sus dones de manera inteligible en la reunión corporativa, se exhorta a que todo el cuerpo reciba edificación (1 Corintios 14:26). La inteligibilidad y el orden deben ser abundantes (1 Corintios 14:33, 40). En otras palabras, la reunión de la iglesia debe hacerse tal como Dios la define.

Todo eso para decir que el significado de iglesia no es algo definido arbitrariamente en el Nuevo Testamento. En parte, el énfasis está en la reunión del cuerpo corporativo para la edificación, de una manera ordenada, de acuerdo a los mandatos prescritos a los líderes de la iglesia. Consecuentemente, no servirá considerarme "haciendo iglesia" fuera de la iglesia local.

5. La reunión corporativa observa que Dios nos ha salvado en el cuerpo de Cristo.
"Bueno, la iglesia no es un edificio. Es su gente. Entonces, si estoy con cristianos, entonces es técnicamente iglesia”.  Como se demostró anteriormente en el N°4, el Nuevo Testamento no respalda ese argumento. Quizás se pueda pasar el tiempo con la familia o con algunos amigos cristianos compartiendo unos a otros, o estudiando la Biblia u orando. Pero esta no es la iglesia reunida en obediencia para la adoración colectiva.

Eso es precisamente lo que el escritor de Hebreos corrigió. Varias personas, y probablemente familias, no se estaban reuniendo con la iglesia para la adoración colectiva. En respuesta, él no dice: "Ah, claro, la iglesia no es el edificio, así que adelante, tienen permiso para abandonar la adoración colectiva". En cambio dice: ‘no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados’ (Hb.10:25-26).

Pablo se dirigió a una actitud individualista hacia el cuerpo de Cristo que plagaba la iglesia de Corinto. En su argumento va contra la actitud de "la iglesia no es un edificio, así que puedo hacer iglesia donde sea". Hablando a una iglesia local, escribe: ‘El cuerpo no es un miembro, sino muchos’ (1 Cor.12:14). Sí, la iglesia no es un edificio. Y no, tú y tu familia no constituyen la iglesia. Un cuerpo local se compone de muchos miembros. Necesitas esos otros miembros, y ellos te necesitan. ‘Si todo el cuerpo fuera un ojo, ¿dónde estaría la audiencia? Si todo el mundo oyera, ¿dónde estaría el sentido del olfato?’ (1 Cor.12:17).

Considera la ilustración de Pablo; un cuerpo. ¿Puede un pulmón ser considerado un cuerpo? "Bueno, dirás, no soy solo yo, es mi familia también". ¿Pueden dos riñones y una axila considerarse un cuerpo? El tipo de iglesia del Nuevo Testamento exhibe que Dios ha creado ese grupo de creyentes como un cuerpo en funcionamiento (1 Cor.12:18). Este cuerpo no es perfecto. Necesita trabajo. Pero es un cuerpo, y es mucho más que pulmones y riñones deslizándose por el suelo de nuestra cocina.

Mi familia arrodillada en casa no es el cuerpo local y representativo de Cristo. Caminar con algunos amigos no es el cuerpo de Cristo. Salir a esquiar con amigos incrédulos no es el cuerpo de Cristo. Hacer iglesia lejos de la iglesia no es iglesia porque hacer iglesia sin la iglesia no es iglesia.

Nuestro buen Dios nos ordena que abandonemos esta falacia del “llanero solitario” y, en su lugar, nos reunamos con su pueblo para adorarlo. Hacerlo, expresa la maravillosa verdad que pertenecemos a algo más grande que nosotros mismos. Nosotros pertenecemos al cuerpo de Cristo. Reunirse con la iglesia muestra que acogemos con entusiasmo el buen deseo de Dios de sumergirnos ansiosamente en su iglesia visible y viviente; el cuerpo de Cristo. La apatía a reunirse con la iglesia es apatía hacia Dios y la Cabeza del cuerpo.

6. La iglesia constituye, en parte, un grupo de creyentes bajo el cuidado comprometido de un liderazgo calificado presente para bendecir al cuerpo local.
Las "iglesias en casa" son populares en muchos lugares en estos días. Es genial que la gente quiera reunirse con otros para estudiar la Palabra de Dios. Pero a menudo estas reuniones carecen de algo crítico; liderazgo bíblicamente calificado y afirmado. Una vez más, Pablo no consideró las cosas como completamente fieles en una iglesia sin tales líderes (por ejemplo, Hechos 14:23, Tito 1: 5). Al final del primer siglo, los apóstoles delegaron ancianos/pastores para tomar el relevo en el cuidado pastoral de las iglesias (1 Tim.3:1-7, Tito 1:6-9, 1 Pd.5:1-4). Los líderes probados, físicamente presentes, eran necesarios en cada iglesia.

Necesitamos honrar a Dios y la forma en que Él ha decidido cuidar de sus iglesias. Parte de eso es trabajar para levantar e instalar líderes bíblicamente calificados y afirmados (1 Tim.4:14, 2 Tim.2:2, Tito 1:5-9). Otra manera de expresar dicha honra es reunirse para la adoración con una iglesia donde tales cosas existen. La adoración colectiva prescrita implica la predicación de la Palabra de Dios, la administración de las ordenanzas y la disciplina, según sea necesario, a través de líderes cualificados (Mt.18:15-20, 1 Tim.3:2, 4:13, 2 Tim.4:2). Definitivamente uno no puede cumplir con todo eso “yendo a la iglesia” con sus amigos en una caminata.

“Bueno -dirá alguno-, nosotros nos sentamos bajo la Palabra y escuchamos a un pastor calificado encargado de predicar. Nosotros vemos a nuestro pastor favorito en vivo los domingos en nuestra sala”. Ciertamente hay situaciones intermedias y temporales en las que podemos hacer eso. Podemos pertenecer a la plantación de una iglesia en el proceso de convertirse en iglesia o experimentar la providencia de haber perdido a nuestro pastor. Pero estas circunstancias no deberían, y no necesitan, ser soluciones permanentes. Necesitamos líderes físicamente presentes para pastorearnos.

Incluso si el Nuevo Testamento se hubiese escrito en el virtual Siglo 21, lo ideal siempre sería una iglesia que está físicamente, y no virtualmente reunida. Es posible y necesario hacerlo. Incluso con las muchas limitaciones del primer siglo, el pueblo de Dios pudo viajar, entrenarse y conseguir que los líderes locales se levantasen para que los líderes estuvieran físicamente presentes en las diversas iglesias (por ejemplo, Hch.14:23, Tito 1:5). Y lo hicieron incluso en iglesias a pocos kilómetros unos de otros (por ejemplo, Corinto y Cencrea, Rom.16:1).

“Bueno -dirá otro-, nuestra familia hace todo lo que hace una iglesia los domingos". ¿Es papá un pastor? ¿Ha sido reconocido y afirmado como tal por un cuerpo de líderes de iglesia local actualmente calificado y reconocido (1 Timo4:14)? ¿Cómo está disciplinándose la gente de tu iglesia familiar? ¿Y no hay un cuerpo local del Nuevo Testamento con el que puedan reunirse?

En pocas palabras: no puedo considerar arbitrariamente mi grupo de personas reunidas en un domingo, una iglesia si no incluye un cuerpo regenerado de individuos comprometidos el uno con el otro, líderes bíblicamente calificados y afirmados, predicación de la palabra, administración de las ordenanzas y conducción bíblica disciplina de la iglesia según sea necesario. Por lo tanto, no podría considerar a un grupo como una iglesia ni su actividad como “hacer iglesia”.

Se podría decir más sobre qué es y qué no es la iglesia. Pero los cristianos deben desechar los intentos de justificar que la iglesia se aleje de la iglesia como iglesia. 

No nos acercamos a otras áreas de la vida de esa manera. No somos Dios, y por lo tanto no tenemos autoridad para redefinir los asuntos de su iglesia. Las verdades sobre la iglesia y la adoración no se definen arbitrariamente, sino que significan algo específico en el Nuevo Testamento. Reunirse con el cuerpo bajo el pastoreo de líderes bíblicamente calificados demuestra el privilegio que tenemos de pertenecer a algo más grande que nosotros; la mejor organización del universo.

Deberíamos considerar un privilegio y una alegría reunirnos semanalmente con el pueblo de Dios. El cuerpo nos necesita y necesitamos el cuerpo. Necesitamos lo que Dios desea darnos a través de un liderazgo calificado y afirmado. Necesitamos ver y ser vistos. Si vamos a faltar a la iglesia y permanecer con la familia por algún motivo y vamos a intentar complementarla, simplemente diga a sus niños: “Vamos a estudiar la Biblia, cantar algunas canciones y orar como familia, pero esto no es iglesia”. 

Tomado y traducido con permiso de: 
Traducción: Alejandra Castañeda



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios son importantes. "Que tus palabras sean las necesarias a fin de edificar a quienes las lean".

POR LA SUPREMACÍA DE CRISTO EN ESTA GENERACION

Este blog se hace responsable de lo que publica, pero no se hace responsable de lo que los autores de los artículos o las páginas de las que estos son extraídos, crean en su demás teología o en las practicas que ellos tengan a nivel personal.

Se desea a través de este blog, expresar el pensamiento bíblico coherente, y más cercano a la confesionalidad histórica y reformada y aportar para la aplicación de ella en la vida cristiana, pero no avalamos lo que en contradicción a la fe reformada histórica algunos de los autores hagan o vayan a hacer en un futuro

A Dios sea la goria.