CADA UNO SIRVE A SU PROPIO DIOS

CADA UNO SIRVE A SU PROPIO DIOS

Caminaba triste por las calles del barrio. De nuevo lo habían vuelto a criticar y lo peor de todo es que lo estaban empezando a hacer dudar. Tantas veces escuchando lo mismo le había empezado a penetrar hasta el alma de modo que la tristeza que le acompañaba esa tarde iba mezclada con algo de duda.

Cabizbajo y absorto en sus pensamientos, tratando de poner todo en orden de nuevo, no se dio cuenta y se estrelló conmigo de frente. Claro, yo también venía absorto en mis pensamientos pero a comparación de él yo venía viendo el horizonte. ¡Qué bueno encontrar una cara conocida hoy! Pensé. En este barrio tan grande ya casi no nos conocemos y siempre es bueno encontrarse con los conocidos.

Parce que a Cristian no le llamó mucho la atención verme o lo disimuló muy bien.

- ¿Y esa cara?- Pregunté.

- Oh…solo estoy pensativo- Respondió Cristian, devolviéndose a toda velocidad desde sus pensamientos y tratando de ubicarme con sus ojos.

Tratando de aprovechar tal encuentro pregunte:

- ¿Estás bien? Cuéntame, te ves decaído- Mientras él atinaba a responderme con coherencia recordé que este muchacho, Cristian Olguín, era un muchacho sincero, pero creo, se toma las cosas demasiado en serio. A veces pienso que lleva el peso del mundo sobre sus hombros y no se me hacía extraño verle en esa actitud. Le conocía desde sus tiempos de escuela y sabía de su sensibilidad. Sin embargo esta vez era distinta.

- Oh señor Martinius, es que no fue un buen día hoy- Dijo con decepción y prosiguió, - Ud me enseñó a no temer a las críticas, pero ahora son tantas que he empezado a creer que lo que creo esta incorrecto-.

- Pero Cristian, no ha de ser tan grave- Respondí con tono apacible, tratando de calmarle-. – ¿Quieres que hablemos sobre eso?- Pregunté.

- Señor Martinius, en mi trabajo siempre se burlan de mí porque soy cristiano. Pero ese no es el problema, ya lo he empezado a manejar bien. El problema es que continuamente me critican que mi fe es estúpida. Y lo estoy creyendo. Cuando nos pagan el salario, ellos me dicen en tono burlón: -Y esta vez cuanto le toca llevar a la Iglesia- o – Ud es el que trabaja y otro es el que disfruta-. Al comienzo no les ponía atención, pero ahora estoy pensando que quizás sea cierto.

Pero eso no es todo, recibo constantes burlas de ellos y me dicen: -¿Ya va a ir a perder el tiempo dos horas a la Iglesia?- , - Para ser un buen cristiano no es necesario pasar todo el Domingo en la Iglesia- , -Yo tengo mi relación con Dios y no creo que deba hacer todo lo que ud hace para ser un buen cristiano-. Otros me dicen que -la fe es un asunto ciego, que ellos prefieren usar la mente, la razón, no la fe-. Y señor Martinius, creo que en algo tienen razón.

¿Debemos ofrendar? ¿Por qué ir a la Iglesia si podemos tener comunión con Dios fuera de ella? ¿Por qué ellos parece que gozan de la vida y nosotros no? ¿Acaso se nos acabó la razón y tuvimos que optar por la fe?

- Ah, querido Cristian, la vieja lucha, la vieja e interminable lucha- Pensé en voz alta, mientras le llevaba caminando de vuelta por donde él había venido caminando sin darse cuenta.

- Cristian, lo que tu experimentas es la antigua lucha entre la fe y la fe- . Si crees que es la lucha entre la vida y la fe, o la lucha entre lo material y la fe, o quizás la lucha entre el gozo y la fe, no estás viendo bien. Esta es la antigua lucha entre la fe y la fe.

Creo que tus amigos piensan que no son religiosos y que ellos no ‘ofrendan’ y que ellos ‘no van a culto’. Creo que asumen que ellos ‘son los de la razón’ y nosotros los de la fe. Quiero que abras bien los ojos y te voy a demostrar que no es la lucha de ellos contra la fe, es la lucha entre la fe y la fe.

Fue así que en la esquina se veía el bar del General Cohol. Allí estaban muchas personas bebiendo, es costumbre en nuestro barrio que se tome alcohol para toda ocasión. Si se gana o se pierde, si se está feliz o triste, si es lunes o martes, mejor aun si es miércoles o jueves y ¿Por qué no el viernes? Mira Cristian, mira las mesas, la que menos tiene son 18 botellas vacías. ¿Sabes cuánto dinero han gastado aquí? ¿Sabes cuantas horas han pasado en este lugar del General Cohol? Ellos también ofrendan y quizás más que tu y yo. A ellos les pagan y corren hasta aquí, añoran estar aquí. Mira como dan más que un diezmo para el General Cohol y pasan más tiempo aquí metidos que lo que tú y yo pasamos en el Templo.

Pero sigamos caminando. Vimos el segundo piso de toda una manzana ocupado por los juegos del señor Herlen Tretenimiento. Hay para todos. T.V., billar, naipes, futbol, y más. Hay para todos los gustos y todos parecen disfrutarlo. Ellos pagan mensualmente cuotas para que Herlen Tretenimiento les deje ver películas, juegos, mujeres desnudas, recetas, noticieros y más. Gastan demasiado dinero en sus placeres, tal vez más del que tu y yo ofrendamos. Has pensado ¿Cuánto dura un partido de futbol? O ¿Cuánto tiempo gastan jugando sus juegos? Ellos pueden verse dos o más seguidos y nuestros cultos no duran eso. Creo que tu sabes que es muy común que después de estar en donde Herlen Tretenimiento, ellos bajan y van a donde el General Cohol.

Pero mira ese el centro comercial de la señora Ulti Mamoda. Aquí vienen hombres y mujeres por igual y semanalmente dejan sus ofrendas para que las sirvientas de la señora Mamoda los hagan verse bien. Aquí hay ropa de marca, peinados costosos, tintes, manicure, perfumes, cremas y más. ¿Sabes cuánto pagan semanalmente por esto? Y ¿Sabes cuánto tiempo invierten en alimentar su vanidad? Mira Cristian, ellos se endeudan y pagan mensualidades porque la señora Ulti Mamoda les da crédito para arreglar su apariencia. Pero como puedes ver, no solo hay gente adulta, los jovens abundan y lamentablemente mira a esos padres, afiliando a sus hijos al centro comercial de Ulti Mamoda. Cuando crezcan ya habrán pasado suficiente tiempo aquí y habrán gastado tanto dinero aquí que es casi imposible que salgan.

Ah mira, casi lo olvido. Aquí es donde el señor Martin Telectual pasa horas y horas. Comprando y leyendo libros y leyéndoselo a otros. Sé que él te critica por dedicar tiempo para leer y estudiar la Biblia diciéndote que te volverás loco, pero él tal vez ha leído el equivalente a 10 Biblias solo este año y ¿El si no se vuelve loco?. Cuando no está aquí tiene una cita con otros como él en donde el General Cohol, porque según ellos, eso de la intelectualidad y el alcohol da un aire de importancia. ¿Sabes cuánto gastan los padres de familia mandando a sus hijos a que Martin les enseñe que son animales avanzados? ¿Te habrías imaginado que las personas de este barrio verían como una virtud el que se les enseñe que Dios no existe y que podemos vivir como animales? ¿Sabes cuánto están dispuestos a pagar las personas porque Martin Telectual les haga pensar como él? Tu mismo estuviste allí y sabes que pasabas la mitad del día en sus aulas. Más de lo que pasas hoy en la Iglesia alabando a Dios y leyendo la Biblia ¿No es verdad?

Cristian, a esa cuadra no vamos a entrar. Con verla de lejos basta. No es lugar para caminar por allí. Debes saber que en esa cuadra los unos y los otros tienen acciones. Tanto el General, como Herlen y la señora Ulti. Y es que don Benja Minmoral ha sabido cómo hacer que ellos inviertan en esta cuadra. Aquí encuentras los vejámenes de la sociedad y tanto hombres como mujeres pagan grandes sumas de dinero por su propio placer. Muchos se han quedado en la ruina y roban para poder ofrendar al señor Minmoral. ¿Lo ves Cristian? Si seguimos recorriendo podremos encontrar el negocio de Omar Eligioso, de Federico Dicioso y más.

Finalmente mi querido Cristian, debes saber que la lucha es entre la fe en el Dios de la Biblia y la fe que ellos ponen en sus propios dioses. Ellos ofrendan y diezman como tú al dios placer, diversión, entretenimiento, dinero, moda y más. Gastan mucho tiempo yendo a los cultos de sus dioses y no les interesa pasar todo el día allá, ni siquiera les importa trasnochar y hacer vigilia toda la noche. Muchos ayunan a su dios. Dejan de comer para que el dios de su apariencia sea honrado.

¿Lo ves? Cada uno sirve a su propio dios, cada uno ofrenda a su propio dios, cada uno lee de su propio dios, cada cual dedica tiempo a su propio dios, cada uno habla de su propio dios.

Nosotros servimos al Dios de la Biblia, nos gusta estar con aquellos que sirven a Dios, nos gusta ofrendar para que los intereses de Dios prosperen, nos gusta hablar de Él, nos gusta reunirnos y cantar y orar a Él. Todos dedicamos tiempo, recursos y energía para nuestra razón de vivir, ellos tienen la suya, nosotros la nuestra y la nuestra es el Dios de la Biblia.

Cristian no te desanimes, Cristo murió por ti y tú has encontrado que Cristo es más que todas las cosas de este mundo. Un día estaremos eternamente con Él, nada cambiará eso. El gozo de ellos se acabará cuando mueran, el nuestro empezará perfectamente allí.

Mientras concluíamos nuestra conversación, paso en su auto el señor Carlos Atisfecho y pitándonos nos dijo, ¿A dónde van? ¿A la Iglesia a calentar banca y a llevar las ofrendas a la Iglesia? Cristian se rió, se rió a carcajadas. Carlos arrancó su auto desconcertado y se fue. Cristian seguía riendo, yo le tomé el hombro y me despedí de él, lo dejé riendo. Seguí mi camino mirando de nuevo al horizonte y pensando que algún día saldré de este barrio y allí ya no serán las cosas por la fe, ese día veré a mi Cristo. Un pensamiento para siempre estar absorto en él.

Martinius Lucanius.