PLANES PARALELOS

PLANES PARALELOS

Hay palabras que día a día van aumentando su puesto en el listado de las más usadas o de moda. Casi que el apremio del avance moderno las ha requerido y han llegado a ser comunes puesto que demuestran el mismo sentir de la sociedad de hoy. Unas de estas palabras son: proyecto de vida. Como seres humanos tenemos en nuestro interior ese sentido de creer y vivir según la premisa que podemos extendernos hacia el futuro, que el hoy no es todo lo que existe y que la inmediatez siempre se tiene que rendir a la conciencia de futuro que todos tenemos en el alma.

Otra de las diferencias que tenemos con los irracionales es el ánimo de responder con nuestra vida a la pregunta ¿Por qué estoy aquí? ¿En que he de invertir mi corto existir? Nosotros, que a diferencia de los no dotados de razón que obran por instintos, hacemos las cosas conscientemente con propósitos, esperando causar o lograr algo. Vivimos en esa constante proyección de nuestra vida y pensamientos hacia lo que está por venir.

Dicho -proyecto de vida- puede ser sinónimo de objetivos o propósitos que se tienen para vivir. Implícitas en esta expresión se encuentran ese conjunto de estrategias que se deben tener en cuenta para lograr ese objetivo. En otras palabras, hoy como nunca antes se ha querido impulsar a que vivamos con propósitos, proyectándonos conscientemente desde el presente hacia el futuro. Se nos aconseja continuamente el tener una razón, un propósito claro de lo que queremos para nuestra vida y proyectarnos con estrategias que cooperen para que ese plan se lleve a cabo.

Pero ¡como nos cuesta definir que es lo que queremos! Cambiamos de planes o los vamos arreglando por el camino. Otros simplemente no fueron lo que quisieron sino ‘lo que les tocó ser’. Pero la mayoría se encuentra en este mundo para vivir, o para ser más precisos, para sobrevivir. Casi que miramos como un acto heroico a los que han podido responder a esa pregunta muy pronto en su vida. Y como siempre, nos vemos impulsados a aconsejar a los demás que encuentren rápido su proyecto de vida, cosa que ni aun con el tiempo, nosotros mismo hemos logrado con precisión, o tal vez ni lo hemos logrado…

Pensando en proyectos de vida se nos va la vida, pensando en encontrar un sentido o una pasión por la cual vivir y luchar. No es fácil, a esta altura pienso que verdaderamente es heroico. Debemos aceptar que nos hemos proyectado por esta vida con alto grado de espontaneidad y hemos elaborado estrategias que prontamente son convertidas como fines en sí mismos. Resulta que queriendo alcanzar un fin, hemos convertido nuestros planes en nuestros proyectos de vida. Siendo así, la verdad podríamos decir con realismo, que nuestras estrategias subieron al rango de fines de vida…¡ Y saber que empezaron como estrategias!!!

Hemos hecho de las estrategias un verdadero fin de vida que nos aleja del proyecto que tenemos, ¿Por qué? Porque tal vez la verdad es que no habíamos encontrado el objetivo hacia el cual dirigirnos. Nuestros proyectos se convierten en nuestra vida, en nuestro plan de vida. Finalmente pensamos que trabajamos para poder vivir (o sobre vivir según la perspectiva) y vivimos para trabajar. ¿Lo nota? Estudiamos para finalmente enseñar a otros a estudiar ¿Lo percibe? Vendemos para obtener y obtenemos para comprar lo que otros venden. Nos educaron para trabajar y criar hijos para que a su vez ellos sean educados trabajen y procreen. Los que nos enseñan a ‘proyectarnos’ mueren aun proyectándose y nos preguntamos si acaso lograron aquello a lo que nos impulsaban ¡Ah si eso es la vida con razón la vivimos sobreviviendo a una gran sinrazón!

Nuestros proyectos de vida duran muy poco, año a año, se desvanecen y parece que en este tren nunca llegamos a donde queremos, porque no sabemos a dónde queremos llegar o en el camino hemos decidido que no es allí, es más allá. Perdemos motivación viviendo así. Los anhelos de la juventud llegaron una vez a ser realidad y no eran lo que parecían. El proyecto de la adultez es distinto al que tendremos cuando ya nos veamos descendiendo de ese tren peinando canas. Aquellos que están a punto de bajar donde les toca (no donde proyectaron) nos dirían sabiamente que aun andan en esa búsqueda pero que finalmente se alienaron a esta existencia, porque, o entrabas a este tren o sencillamente no existías.

Debe haber un proyecto un objetivo de vivir, de morir, que se levante por sobre los fracasos de nuestros mini planes y proyectos, por nuestros triunfos y que integre en una sola, todo el sentido de nuestra existencia. ¿Lo habrá? ¿Habrá un proyecto unificador donde toda mi vida tome un sentido fijo, verdadero, que se pueda llamar plan de vida, objetivo de vivir? ¿En serio existirá eso, o será mejor dejar de ver por las ventanas y esperar el momento, no cuando queramos bajar del tren, sino cuando nos toque hacerlo?

Debemos escuchar la voz de Dios de nuevo, y saber de una vez por todas que no existimos sino que fuimos creados. Que el Creador puso en nuestra alma ese proyecto de vida en el que debemos andar, buscar, anhelar, proyectarnos hacia y convertirlo en fin en sí mismo. Es proyecto que hace que toda estrategia se subordine y tome sentido sin la tendencia a entronarlo como fin. Este proyecto de vida, no es solo lo que compete a nosotros, es lo que el Creador se ha proyectado en conducir todo asunto, grande y pequeño desde el comienzo y hasta el fin.

Es el proyecto de la Exaltación de Dios en todas las cosas. Si amigo, este plan tiene que ver principalmente con Él, no con nosotros. Este proyecto tiene que ver con la supremacía de Dios sobre todo asunto, grande o pequeño y ud y yo entramos en ese proyecto. Así nos creó Dios, y solo hasta cuando abandonemos nuestros planes paralelos a Su plan, podremos unificar nuestra vida en una armonía asombrosa donde todo cobre sentido. El Engrandecimiento de Dios es nuestra maraca en el alma y nuestra felicidad está detrás de eso, no delante.

Piense amigo si es que no ha leído esta vida al revés. Si no es acaso su propio caso el elaborar un proyecto de vida, muchas veces en contravía a Dios mismo y aun, queriendo usar de Dios para que le apoye sus planes y proyectos. ¿Se ha visto queriendo que la Divinidad se subordine a sus planes? ¿Se ha sorprendido invocando fuertemente a Dios para que el mundo gire alrededor suyo? Y ¡Como se frustra si no es así! ¿Verdad?

Debo decir que muchas veces, si no todas las ocasiones, sus planes amigo cada día se alejan a pasos enormes del plan de Dios. Sus planes que caducan, que vencen, que se esfuman, sus planes lector que cambian, que se frustran que nunca, por más grandiosos que sean, le han dado completa felicidad, han venido a sustituir el plan de Dios que habla de Sí mismo y que al contrario de lo que ud piensa, si Ud se aúna a este plan, será completamente feliz y armonioso. Por ello amigo sus planes se frustran y más que eso amigo, sus planes están destinados a frustrarse porque sencillamente ni ud ni yo fuimos creados para elaborar un plan, echarlo a andar y conseguir la felicidad en él. Fuimos creados para unirnos con determinación al plan Divino y hallar sentido completo y felicidad en Él.

Es mejor que sepa que la historia se está dirigiendo hacia ese fin. Desde el comienzo, parte por parte, detalle tras detalle, suceso grande o pequeño, la Gloria de Dios es el fin que persiguen todas las cosas. Amigo y ud está en contravía. Su plan de vida es paralelo al de Dios, y solo se encontrarán cuando por Cristo ud adopte el plan Divino como suyo y viva y muera dirigiéndose hacia él. Únase a aquellos que han abandonado sus propios planes y ahora viven y mueren con aquel proyecto de vida que habla de la Primacía de Dios en todas las cosas. Es SU plan, SU creación, incluyéndolo a ud. Este es el único plan que no fracasa, no puede fracasar.

Hermano Cristiano, reflexione también en el hecho que muchas veces al amparo de EL PLAN hemos elaborado miles de planes paralelos. Si, amparándonos bajo el emblema de la Gloria de Cristo hemos construido nuestros pequeños proyectos de vida cayendo en el mismo error. Es necesario volver a la sencillez y profundidad del cristianismo Bíblico que siempre nos impulsará a vivir por la supremacía de Dios sobre todas las cosas y nuestros proyectos de vida cristianos deben dar fe de ello. No seamos hallados cayendo en el mismo error del cual fuimos rescatados por gracia, el error de vivir una vida con planes paralelos al de Dios.