DE POLITICA, RELIGION Y OTRAS INCONSISTENCIAS

DE POLITICA, RELIGION Y OTRAS INCONSISTENCIAS

Si sondeáramos la opinión general de las personas acerca de la credibilidad que le dan a los individuos que intervienen en política, podernos sacar una conclusión general y es un cada vez más creciente escepticismo e incredulidad tanto en ellos como en sus gestiones. Creer que un político es mentiroso, deshonesto, que legisla para sus propios intereses, no es un pensamiento censurable, desafortunadamente es lo más normal pensar así hoy.

No obstante la pasión que rodea una contienda electoral da a entender lo contrario. Parece que los ánimos se exacerban cuando de hablar de política se trata. Y es que solo basta ver en cualquier país nominalmente escéptico a la política, luchar ardientemente en un debate presidencial con pancartas y banderas, con sobreexposición de los medios de comunicación, acaloradamente decidiendo cual será su futuro político.

Este fenómeno más bien común, delata que en gran medida somos susceptibles a ser convencidos con mediana facilidad por aquellos que con gran poder de oratoria y de convencimiento, inclinan nuestro voto a su favor. Para despertar tras su somnífero discurso a la realidad del malestar de la pura realidad donde las cosas no salen como se prometieron y finalmente cambios sustanciales para bien, nunca se llevan a cabo.

Como cristianos hemos creído tener la solución a la mano. Cristianos en el poder político. Y suena bien a primera vista y en cierta medida si esa maravilla existiera sería muy bueno conocerla. La historia honra a aquellos cristianos que en alguna medida pudieron influir desde sus puestos políticos para el bien de su nación. Pero son excepcionales. Sin embargo hoy seguimos en una búsqueda muy imprecisa y a veces ingenua del candidato cristiano que pueda influir con sus principios la política.

En estas procuras varios errores muy graves han pasado. El primero es que criticándole a los demás que gobiernan para sus propios intereses, los cristianos elegimos uno de nosotros para hacer lo mismo. Finalmente esperamos que los buenos gobernantes dirijan para el bien común, pero elegimos un cristiano para que gobierne para nuestros intereses.

El otro error es que en un desconocimiento grave de las Santas Escrituras, muchos creyentes no han visto reparo en elegir a quienes previamente se han reconocido como pastores de una iglesia local. Así que la ignorancia de muchos ha tejido un argumento fácil: es pastor, obviamente cristiano, será un buen político. ¡Como aflora nuestro fracaso Bíblico! Pues, aquel que milita no se enreda en los negocios de la vida. Además ¿A que les llamó Dios? ¿Qué llamado es el verdadero? ¿El de pastor o político? Sacar de contexto ejemplos como el de David y otros solo acentúa la ignorancia Bíblica, porque si hemos de comparar la labor de estos ‘pastores’ en la política, David no es su ejemplo, deberían ver el ejemplo de otros pastores, Timoteo, Tito, Pedro, Pablo y más.

El último error que veo (Hablo en general), en este sentido es el elegir a cristianos nada preparados o al menos no muy bien preparados para esta labor. Estos ‘pastores’ y ‘creyentes cristianos’, en su mayoría son altamente ignorantes del cristianismo y de los asuntos políticos y sociales. Para no dar más rodeos: son cristianos mediocres y políticos insipientes. ‘¡Pero bueno, al menos son cristianos!’ ¡¡¡Bah!!!

Estos monumentos a la incapacidad política, no están aportando en mucho a la influencia cristiana en nuestro medio. Más bien les vemos alienados al sentir común de la época. Y lo que no le perdonamos a un político ‘del mundo’, su falta de diligencia, de conocimiento, de iniciativa, su ausencia cuando debería gobernar, lo pasamos por alto en los que supuestamente representan al cristianismo en la política. Es una pena y un gran desperdicio que la imagen que se esté llevando el político de nuestro país del cristianismo sea la que ellos dan.

Y nos parece ‘normal’ que un político lo haga, finalmente ‘así son todos’, pensamos, pero ofende en gran manera a los verdaderos intereses del cristianismo, el que un cristiano haga gala de su ineptitud en el gobierno. Más aun si se ha autodenominado ‘pastor’ y ha llegado a poder por la influencia de su ‘iglesia’. Pero peor aún, si este individuo proclama a los cuatro vientos que es ‘apóstol’. Si hermanos abramos los ojos, porque estos ‘apóstoles’, ‘pastores’ y ‘representantes’ del cristianismo en el concejo y senado de Bogotá es un motivo de blasfemia contra el verdadero cristianismo, del cual, estaría casi seguro, ellos no forman parte.

Mire un diario local lo que dice de uno de ellos y medite que quien escribe no tiene ningún interés religioso sino en la noticia de calificar la labor de estos gobernantes:

Para ello, los expertos tienen en cuenta cuatro variables: debates a la Administración Distrital, cantidad y calidad de los proyectos presentados y permanencia durante el llamado a lista (quórum) y a lo largo de las sesiones.

En el segundo semestre del 2008, el concejal Humberto Quijano (del movimiento Mira) obtuvo el mejor puntaje, con 80,4 puntos. Le siguieron Clara Sandoval (Cambio Radical, con 75,8); Carlos Baena (Mira, con 73,5); María Angélica Tovar (Cambio Radical, con 73,1) y Carlos Fernando Galán (Cambio Radical, con 67, 6). Galán se metió dentro de los cinco primeros y escaló 17 puestos, pues en la evaluación del primer semestre había ocupado el lugar 22.

En contraste, los de más bajo puntaje fueron José Juan Rodríguez (Alas-Equipo Colombia, con 0,88 puntos); Gustavo Páez (movimiento cristiano Pacto, con 8,39) y Rafael Escrucería (Convergencia Ciudadana, con 11,8).
Diario el Tiempo 14 Junio 2009. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-3484712.

Mire este otro ejemplo:
El movimiento político Colombia Viva que logró dos curules en la cámara alta y que por nexos con autodefensas ha sido seriamente cuestionado por la justicia, ha perdido durante éste periodo legislativo 4 senadores: Dieb Molof, Jorge Castro Pacheco, Vicente Blel Saab. Y ahora el pastor Jorge Enrique Gómez Montealegre del Centro Misionero Bethesda, quien llegó al senado luego de una acción de tutela interpuesta por su abogado ante el Honorable Consejo de Estado alegando violación del derecho fundamental al debido proceso; debido a que la presidenta del senado Nancy patricia Gutiérrez no procedía a llamar al señor Gómez Montealegre a ocupar la curul que le pertenecía, por ser el siguiente en la lista.
El pastor Gómez Montealegre, quien desde el pasado 01 del mes de abril ejerció hasta el 25 de agosto, decidió retirarse durante 90 días para dedicarse a su defensa ante el Consejo de Estado porque se encuentra demandado desde el 09 de abril por Perdida de Investidura por el ciudadano Jorge Alberto Méndez García al haber contratado con el Estado (Nación) siendo representante legal de la Cadena Radial Autentica de Colombia y el canal de TV CMB.
Lo inentendible es que el pastor cristiano esta evadiendo la justicia colombiana, actuando igual a sus antecesores en la lista y colocándole todo tipo de talanqueras a la ley como la acción de tutela de primera instancia contra la sala plena de lo contencioso administrativo del Consejo de Estado, por supuesta violación de los Derechos Fundamentales al debido proceso, igualdad, y acceso a la administración de justicia en el tramite de la acción de Pérdida de Investidura.
http://www.radiosantafe.com/2008/10/29/senador-jorge-enrique-gomez-investigado-por-estafa-y-fraude-procesal/

¿Lo ve? Allí está el ‘apóstol Gustavo Páez’, ‘pastor’ de la mega Iglesia el Oasis y quien su lema para llegar al poder político de Bogotá fue ‘Dios lo quiere’. ¿Qué es lo que Dios quiere Sr Paez? ¿Qué sea el numero 44 de 45 concejales? Bien al menos a comparación de hace dos años subió un puesto. Tal vez sea eso lo que Dios quiere. Y según sabemos ha renunciado al consejo para poder postularse al senado de la República De Colombia. Y sin tener ni una pizca del espíritu de Nostradmus, se puede vaticinar que efectivamente lo logrará a costa de las almas ingenuas de su mega iglesia que convencidas porque ahora ‘Dios quiere otra cosa’ para él, le llevarán de nuevo al poder como ‘representante’ de los cristianos. Otros sencillamente convencidos que es un ‘pastor’ o que al menos ‘es cristiano’, le apoyarán y con él a los que anhelan el poder con más ansias que su ministerio.

Lo nota? Allí está Enrique Gómez, pseudo pastor de la mega Iglesia Bethesda y político mediocre, levantado al poder por la ingenuidad de sus ciegos pero creo, bien intencionados feligreses. Tal vez en alguna remota ocasión fue reconocido como pastor, pero desde que le conozco no encuentro alguna mediana prueba de siquiera su cristianismo.

¿Podremos aprender algo los cristianos? Si bien, vuelvo a decir, puede que hayan personas no muy conocidas pero de carácter cristianos comprobado, que no hayan despreciado en la practica el llamado al pastorado y que estén en el gobierno haciendo buenas cosas, en general, el fracaso es la palabra que identifica la supuesta intervención actual de estos personajes mal llamados representantes del cristianismo en la política.

Gustavo Páez, Enrique Gómez, Eduardo Cañas, Claudia de Castellanos y secuaces y colegas, les llamo en el Nombre de Cristo al arrepentimiento y la fe en Cristo el Señor. Dios puede tener misericordia de ustedes. Primero, es necesario que se ocupen de su cristianismo, después han de aclarar si lo que Dios quiere para ustedes es una vocación cristiana en una Iglesia local o si su llamado es la política. Cualquiera sea su camino es necesario que se preparen diligentemente en Biblia y si su opción es la política, también en política. No sigan siendo las muestras más patéticas de cristianismo insipiente y política mediocre. Ustedes tiene derecho de ganarse la vida como quieran, somos un país democrático, pero ¡No usen el nombre de cristianos porque ustedes NO NOS REPRESENTAN!

Estoy seguro que no será la última vez que nos toque lidiar con estos ejemplos paupérrimos de mal cristianismo y de mediocre política, ya antes nos ha tocado con Claudia de Castellanos, Viviane Morales, Eduardo Cañas y otros. Pero como pueblo cristiano deberíamos ser más cuidadosos y de discernimiento a la hora de mirar quienes nos van a gobernar. Oremos porque verdaderos cristianos estén pastoreando iglesias y que verdaderos cristianos lleguen a la política. Oremos por aquellos que si hacen algo en nombre de Cristo pero que no tienen canales de radio (CMB, MCI, Manantial, Radio Oasis) para llegar al poder y los requerimos en lugares de prominencia.

Martinius Lucanius