Por Tom Hicks
¿Qué es lo que hace que un
"Bautista Reformado" sea distinto de otros tipos de bautistas y de
otros grupos reformados? Los Bautistas Reformados surgieron de la Reforma
Inglesa, de las iglesias paidobautistas independientes en la década de 1640 por
algunas razones teológicas muy específicas, sosteniendo un tipo particular de
teología. Éstos son algunos de los rasgos de la identidad teológica de las
iglesias bautistas reformadas.
1.
El Principio Regulador de la Adoración.
Este distintivo se pone en primer lugar
porque es una de las razones principales que los bautistas calvinistas se separaron
de los paidobautistas independientes. Los Bautistas Particulares (o Reformados)
provienen del puritanismo, que buscaba reformar la iglesia inglesa según la
Palabra de Dios, especialmente su adoración. Cuando eso se hizo imposible
debido a la oposición autoritaria de Laud, los puritanos se separaron (o fueron
removidos) de la iglesia inglesa. Dentro del ala Independiente de la separación
puritana, algunos de ellos vieron la necesidad de aplicar el principio
regulador del culto al bautismo infantil también, considerando que esto es el
resultado consistente de la mentalidad puritana común. Los primeros bautistas
creían que los elementos del culto público deben limitarse solamente a lo que ordena
la Escritura. Juan 4:23 dice: ‘Los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad’ (véase también Mateo
15:9). La "verdad" revelada de la Escritura limita la adoración de
Dios a lo que está prescrito en la Escritura.
La Segunda Confesión Bautista de Londres
22.1 dice:
La manera aceptable de adorar al
verdadero Dios fue instituido por él mismo, y está de tal manera limitado por
su propia voluntad revelada que no se debe adorar a Dios conforme a las
imaginaciones e invenciones de los hombres o a las sugerencias de Satanás, ni
bajo ninguna representación visible ni en ningún otro modo no prescrito en las
Sagradas Escrituras.
Debido a que la Biblia no ordena el
bautismo infantil, los primeros bautistas creían que el bautismo infantil está
prohibido en la adoración pública, y que el bautismo de los creyentes solo debe
ser practicado en la adoración. Este principio regulador del culto limita los
elementos del culto público a la Palabra predicada y leída, las ordenanzas del
bautismo y la Cena del Señor, la oración, el canto de los Salmos, himnos y
canciones espirituales, y todo lo que la Escritura ordena.
Muchos Bautistas hoy han abandonado por
completo el principio regulador del culto a favor de la adoración orientada al
entretenimiento, el consumismo, las preferencias individuales, el emocionalismo
y el pragmatismo. Tales Bautistas han abandonado el principio mismo que condujo
a su aparición inicial desde el paidobautismo. Uno se pregunta si una iglesia
puede apartarse de una doctrina necesaria para el surgimiento de los Bautistas
en su contexto inglés y todavía correctamente identificarse como una iglesia
"Bautista".
2. La Teología del Pacto.
Mientras que las iglesias paidobautistas
reformadas a veces insistieron en que son las únicas herederas de la verdadera
teología del pacto, los bautistas reformados históricos afirmaron abandonar la
práctica del bautismo infantil precisamente a causa de la teología Bíblica del
pacto.
Los bautistas reformados están de
acuerdo con los paidobautistas reformados en que Dios hizo un pacto de obras
con Adán, el cual rompió y trajo condena a todo el género humano (Romanos
5:18). También dicen que Dios hizo misericordiosamente un pacto de gracia con
su pueblo elegido en Cristo (Romanos 5:18), que se revela progresivamente en el
Antiguo Testamento y se establece formalmente en el Nuevo Pacto en la muerte de
Cristo (Hebreos 9:15- 16). La única manera en que alguien fue salvo bajo el Antiguo
Pacto fue en virtud de este pacto de gracia en Cristo, de tal manera que sólo
hay un evangelio o una promesa de salvación que corra a través de las
Escrituras.
Sin embargo, los teólogos del Pacto bautistas
creen que son más consistentes que sus hermanos paidobautistas con respecto a su
propia hermenéutica de la teología del pacto de la prioridad del Nuevo
Testamento. Según el Nuevo Testamento, la promesa del Antiguo Testamento de
"tú y tu simiente" fue finalmente hecha a Cristo, la semilla
verdadera (Gálatas 3:16). Los hijos físicos de Abraham eran un tipo de Cristo,
pero Cristo mismo es la realidad. Los descendientes físicos fueron incluidos en
el Antiguo Pacto, no porque todos son hijos de la promesa, sino porque Dios
estaba preservando la línea de la promesa, hasta que Cristo, la semilla
verdadera, viniera. Ahora que Cristo ha venido, ya no hay razón alguna para
preservar esta línea física. Más bien, sólo aquellos que creen en Jesús son
hijos de Abraham, verdaderos israelitas, miembros del nuevo pacto y de la iglesia
del Señor Jesús (Gálatas 3:7). Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento,
el "Nuevo Pacto" se revela como un pacto de creyentes solamente, que
son perdonados de sus pecados, y tienen la ley de Dios escrita en sus corazones
(Hebreos 8: 10-12).
Los bautistas de hoy que se adhieren al
dispensacionalismo creen que los descendentes físicos de Abraham son los
receptores legítimos de las promesas de Dios a la simiente de Abraham. Pero se
han alejado de sus raíces bautistas históricas y de la visión hermenéutica de
la unidad orgánica de la Biblia emitida por sus antepasados. El teólogo
bautista James Leo Garrett señala correctamente que el dispensacionalismo es
una "invasión" en la teología bautista, que sólo surgió en los
últimos ciento cincuenta años aproximadamente. Véase James Leo Garrett, The
Baptist Theology: Un estudio de cuatro siglos (Macon, GA: Mercer, 2009),
560-570.
3. El Calvinismo.
Debido a que los Bautistas Reformados adoptaron
la teología del pacto (federalismo) del siglo XVII, todos eran calvinistas. Los
pactos teológicos de la antigua teología federal subyacían en las tempranas expresiones
bautistas de su soteriología calvinista. Cuando Adán rompió el pacto de las
obras, Dios maldijo a todos los seres humanos con naturalezas totalmente
depravadas (Is.24:5-6), haciéndolos incapaces y poco dispuestos a venir a
Cristo para la salvación.
Pero Dios no dejó a la raza humana morir
en pecado; más bien, en la eternidad pasada, Dios eligió incondicionalmente un
número definido de personas para la salvación y formó un pacto de redención con
Cristo para su salvación (Is.53; 54:10; Lc.22:29). En el tiempo señalado,
Cristo vino al mundo y obedeció el pacto de redención, cumpliendo los términos
del pacto de obras que Adán rompió. En el pacto de redención, Jesús guardó la
ley de Dios perfectamente, murió en la cruz, expió los pecados de su pueblo
elegido y resucitó de entre los muertos, asegurando la salvación para ellos
(Hb.9:12).
Dios hizo el pacto de gracia con su
pueblo elegido (Gn.3:15, Hb.8:15-16), en el cual Él aplica todas las
bendiciones de vida merecidas por Cristo en el pacto de redención. El Espíritu
Santo une misericordiosamente al pueblo elegido de Dios a Cristo en el pacto de
gracia, dándoles bendiciones de vida compradas por la vida y muerte de Cristo.
Dios los atrae irresistiblemente a sí mismo en su llamado eficaz (Jn.6:37), les
da un corazón vivo (Ez.36:26), una fe viva y arrepentimiento (Ef.2:8-9, Hch.11:18),
un veredicto vivo de justificación (Rom. 3:28), y una santidad viva y
permanente (1 Cor.1:30), haciéndoles perseverar hasta el fin (1 Cor.1:8). Todas
estas bendiciones de vida son los méritos de Jesucristo, comprados en el pacto
de redención, aplicados en el pacto de gracia.
La doctrina de los pactos es el piso
teológico en el cual el Calvinismo creció entre los primeros Bautistas. Los
bautistas calvinistas necesitan hoy recuperar la teología federal rica de sus
antepasados para que las doctrinas de la gracia que han redescubierto sean
preservadas para las generaciones futuras.
4. La Ley de Dios.
Los Bautistas Reformados creen que los
10 mandamientos son el resumen de la ley moral de Dios (Éxodo 20, Mateo 5, Romanos
2:14-22). Ellos creen que a menos que entendamos correctamente la ley, no
podemos entender el evangelio. El evangelio es la buena noticia de que
Jesucristo guardó la ley para nuestra justificación viviendo en perfecta
obediencia para ganar la bendición de la ley de la vida y muriendo una muerte
sustitutiva para pagar la penalidad de la ley. Pero el evangelio no es sólo una
promesa de justificación. También es la buena noticia que Cristo promete
graciosamente dar el Espíritu Santo a Su pueblo para dar muerte a su anarquía y
hacerlos más y más apegados a la ley. Tito 2:14 dice que Cristo ‘se dio a sí mismo por nosotros para
redimirnos de toda iniquidad y para purificar para sí un pueblo propio, celosos
de las buenas obras’.
La Segunda Confesión Bautista deLondres, 19.5 dice:
La ley moral obliga para siempre a
todos, tanto a los justificados como a los demás, a que se la obedezca;1
y esto no sólo en consideración a su contenido, sino también con respecto a la
autoridad de Dios, el Creador, quien la dio.2 Tampoco Cristo, en el
evangelio, en ninguna manera cancela esta obligación sino que la refuerza
considerablemente.3
1. Mt.19:16-22; Rom.2:14-15;
3:19-20; 6:14; 7:6; 8:3; 1 Ti. 1:8-11; Rom.13:8-10; 1 Cor.7:19 con Gal.5:6;
6:15; Ef.4:25—6:4; St.2:11-12.
2. St.2:10-11.
3. Mt.5:17-19; Rom.3:31;
1 Cor.9:21; St.2:8.
Por lo tanto, mientras que los creyentes
justificados están libres de la ley como un pacto de obras para ganarse la
justificación y la vida eterna (Rom.7:1-6), Dios les da su ley como un estándar
de conducta o regla de vida en su santificación. (Rom.8: 4, 7). La ley moral de
Dios, resumida en los 10 mandamientos (Rom.2:14-24; 13:8-10, St.2:8-11),
incluyendo el mandamiento del Sabbath o día del Señor (Mr.2:27, Hb.4: 9-10), es
un instrumento de santificación en la vida del creyente. Los creyentes
descansan en Cristo para su salvación total. Cristo toma sus cargas de culpa y
vergüenza, y Su pueblo toma sobre sí el yugo de Su ley, y ellos aprenden la
obediencia de un humilde y gentil Maestro. 1 Juan 5: 3 dice: ‘Porque este es el amor de Dios, que
guardemos Sus mandamientos. Y sus mandamientos no son gravosos’.
Los bautistas que se aferran a la nueva
teología del pacto o a la teología del pacto progresiva, no tienen la misma
visión de la ley que la corriente dominante de sus antepasados bautistas.
5. Confesionalismo.
La mayoría de los primeros bautistas,
tanto en Inglaterra como en América, adoptaron la Segunda Confesión Bautista de
Londres de 1677/1689. Aunque ciertamente no todos los bautistas calvinistas
suscribieron esta confesión, esta fue la principal influencia entre los
bautistas en Inglaterra y América después de su publicación. Esta confesión,
basada en la Confesión de Westminster (Presbiteriana) y la Declaración de
Saboya (Independiente), fue originalmente editada y publicada en 1677, pero
formalmente adoptada por las iglesias bautistas en 1689 después que se levantó
la persecución inglesa.
Los Bautistas Reformados Históricos eran
confesionalistas profundos. Ellos no fueron “biblicistas”. Los biblicistas
niegan las palabras y las doctrinas que no están declaradas explícitamente en
las Escrituras, y niegan que las enseñanzas históricas de la iglesia sobre la
Biblia tenga alguna autoridad secundaria en la interpretación bíblica.
Sin embargo, los primeros bautistas no
creían que los miembros individuales de la iglesia o los pastores individualmente
debían interpretar la Biblia divorciada de la enseñanza histórica de la iglesia
(Hb.13:7). Ellos creían que la Biblia por sí sola es suficiente para la
doctrina y la práctica, pero también creían que la Biblia debe ser explicada y
leída a la luz de la tradición interpretativa de la iglesia (1 Tim.3:15), que
usa palabras que no son de la Biblia [literalmente] (Hechos 2:31 es una
refutación del biblicismo, ya que explica el Salmo 16 en palabras no usadas en
ese Salmo). Los Bautistas Reformados creían que su teología estaba anclada en
la rica herencia teológica de la iglesia y que era un desarrollo natural de la
doctrina de la iglesia a la luz de las ideas centrales de la Reforma (Sola
Scriptura: no bautizando infantes; Sola Fide: únicamente los convertidos son pueblo
de Dios).
Bajo el pretexto de sostener Sola
Scriptura, muchos cristianos hoy buscan leer la Biblia independientemente y
llegar a sus propias conclusiones privadas sobre lo que significa sin consultar
a los maestros autorizados de la iglesia o las confesiones ortodoxas de la fe.
Pero eso no es lo que Sola Scriptura significaba históricamente. La Escritura
enseña que la iglesia es la ‘columna y baluarte
de la verdad’ (1 Tim.3:15). La iglesia en su conjunto está encargada de
interpretar la Biblia, y Dios ha autorizado maestros en la iglesia a lo largo
de la historia. Por lo tanto, mientras cada cristiano individual es responsable
de entender la Escritura por sí mismo, ningún cristiano debe estudiar la Biblia
sin tener en cuenta lo que los grandes maestros del pasado han enseñado acerca
de la Biblia.
La mayoría de los bautistas reformados
históricos adoptaron la Segunda Confesión Bautista de Londres de 1689 porque
creían que es un compendio de teología que mejor resume la enseñanza de la
Escritura en pequeña escala.
Traducido y publicado con permiso:http://founders.org/2017/03/30/what-is-a-reformed-baptist/
Traducción: J.E. Castañeda Delgado
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios son importantes. "Que tus palabras sean las necesarias a fin de edificar a quienes las lean".